La Biblia Pauperum y la primacía de la imagen sobre el texto

Carla Manzano.- Según Santiago Sebastián, en su artículo El método del simbolismo tipológico, durante la Edad Media se desarrolló una forma de pensamiento teológico según la cual todos los elementos de la historia sagrada, ya fueran acontecimentos, personajes o instituciones, estaban dotados de un simbolismo profético, aunque en ellos los designios de Dios se presentasen de forma oscura o imperfecta. "El mensaje divino, que en la antigua ley aparece velado, está revelado en la nueva. Los teólogos exégetas de la Biblia establecieron una homologación entre los hechos de la encarnación de Cristo, que llamaron typos, y los anteriores del Antiguo Testamento, que designaron como antitypos. Los iconógrafos se sirvieron de este método de demostración teológica para proponer imágenes o ciclos completos de figuraciones que confirmaban el paralelismo de los dos Testamentos".




El ejemplo más categórico es la Biblia Pauperum, manual compilado hacia mediados del siglo XIII por un autor anónimo, que tuvo una edición xilográfica hacia 1460.

El manuscrito original, hoy perdido, tuvo treinta y cuatro escenas principales, y dio origen a tres familias de manuscritos: el de Salzburgo, el de Weimar y el de Baviera. Son muchos los ejemplares de la Biblia Pauperum, pero el que tendría más influencia fue el antes mencionado de 1460. "Las xilografías de esta edición presentan las escenas en un ensamblaje arquitectónico, con las tres escenas principales de mayor tamaño y la escena tipo al centro; los profetas aparecen de medio cuerpo, por parejas, bajo arcos separados por un mainel".

La Biblia Pauperum se constituyó, así, en una tradición iconográfica que, a diferencia de las Biblias ilustradas al uso, en las cuales las imágenes están subordinadas al texto, éstas se erigen en polo central de atención, quedando las palabras en un papel secundario o, incluso, llegando a brillar por su ausencia. Es corriente reproducir fragmentos de las fuentes sagradas en forma de "bocadillos", es decir, como globos que emanan de las bocas de los personajes, a semejanza de las modernas técnicas empleadas por los cómics.

La Biblia Pauperum guarda cierto parentesco con la tradición de las Biblias "moralizadas", si bien éstas conceden una mayor presencia al texto. Tanto en uno como en otro caso, solían estar escritas en lengua vernácula en lugar del latín de las ediciones canónicas, lo cual les daba una dimensión popular, de difusión de la fe, casi como los catecismos ilustrados actuales.




El origen xilográfico de la primera edición de la Biblia Pauperum explica que fuese monocroma, ya que la plancha grabada en madera incluía el texto y la imagen, siendo posteriormente iluminada a mano. No fue hasta 1462 cuando se imprimió por vez primera utilizando los caracteres móviles ideados por Gutenberg, concretamente en la ciudad de Bamberg; fue debida al impresor Albrecht Pfister y estaba escrita en alemán.

Uno de los manuscritos más célebres de este género bíblico fue la llamada "Biblia áurea", conservada en la British Library: contiene cincuenta páginas donde se representan otras tantas escenas de los Evangelios, acompañadas por una miniatura del Antiguo Testamento como prefiguración de cada una de ellas. Y es que, en términos teológicos, en esa época el engarce entre el judaísmo y el cristianismo era de la máxima importancia, pues así se quería enfatizar la "necesidad histórica" (por decirlo en términos marxianos) de la propia figura de Jesús.

A despecho de su nombre, la Biblia Pauperum no estaba destinada a los menesterosos, e incluso algunas versiones se caracterizan por su opulencia y alto precio. Las versiones más corrientes fueron usadas, con toda probabilidad, como guía didáctica por los sacerdotes para reforzar sus enseñanzas entre sus discípulos analfabetos. El propio nombre de este género de biblias no se forjó hasta la década de 1930 por parte de estudiosos alemanes.