Arias Montano y la Biblia Regia


Octavio Gómez.- Nacido en Fregenal de la Sierra (Badajoz) en 1527, Benito Arias Montano se trasladó a Alcalá de Henares para estudiar teología, medicina y filología. Procedente de una familia humilde, Arias Montano siempre dependería de protectores para continuar con sus estudios, lo cual lo sensibilizó ante la problemática de aquellos hijos de familias pobres imposibilitados de estudiar a pesar de su talento personal. Como buen renacentista que era, Arias Montano se interesó por diversas disciplinas en las que contó, en lo que respecta a su etapa alcalaína, con afamados profesores. Aunque cursó estudios de derecho, ciencias naturales e historia, Arias Montano descollaría ya entre sus contemporáneos fundamentalmente a causa de su dominio de numerosas lenguas, tanto clásicas (latín, griego, árabe, hebreo, sirio) como modernas (flamenco, alemán, francés, italiano y portugués). Su fama, que le mereció el calificativo de Salomón del siglo XVI, le abriría las puertas de la sociedad de su tiempo, llegando a gozar del favor del propio rey Felipe II. Sin embargo, su carácter le encaminaba por otros senderos distintos al de la fama mundana y así, una vez terminados sus estudios de teología, se retiró a la Peña de Aracena o Peña de los Ángeles, donde permanecería hasta el año 1559 estudiando las Sagradas Escrituras. Ordenado sacerdote de la orden de Santiago en 1560, muy pronto comenzaría su ascenso social: Capellán del rey Felipe II, asistente al concilio de Trento y por fin director de la edición de la Biblia Políglota de Amberes y de la biblioteca del monasterio del Escorial. Habiendo llegado incluso a renunciar a un obispado, Arias Montano se retiraría finalmente a la cartuja sevillana de Santa María del Campo, donde falleció en 1598.

 Benito Arias Montano es recordado principalmente por su obra capital, la Biblia Políglota de Amberes, o Biblia Regia, sucesora de su análoga Complutense que el cardenal Cisneros mandó imprimir a principios del siglo XVI y que se vio por fin terminada en 1522. A pesar del escaso tiempo transcurrido, poco más de 40 años, ya en tiempos de Arias Montano era sumamente difícil encontrar un ejemplar de la Políglota Complutense, por lo que el rey Felipe II decidió realizar una reimpresión de la misma, que sería conocida como la Políglota de Amberes en razón de que fue en esta ciudad flamenca donde tuvo lugar su impresión. Y si la Políglota le dio fama merecida a nuestro humanista, también le planteó problemas. Envidioso al parecer de su prestigio, el catedrático salmantino y hebraísta León de Castro le acusó ante la Inquisición, al igual que lo hiciera con fray Luis de León, por haber dado más relevancia a los textos hebreos que a la Vulgata latina. Defendido por el padre Juan de Mariana y protegido por el propio rey, Arias Montano lograría por fin una sentencia absolutoria del Tribunal del Santo Oficio, aunque tuvo que viajar a Roma para conseguir que el propio papa Gregorio XIII concediera el Nihil Obstat a su magna obra.

 La Biblia regia o Políglota de Amberes (1568-1572) contiene el texto bíblico de la Biblia Políglota Complutense, una biblia con versiones en hebreo, griego, arameo y latín. Además incluye el Tárgum arameo de Jonatán y la Versión Peshitta siriaca de las Escrituras Griegas Cristianas o Nuevo Testamento. El texto hebreo está dotado de signos de puntuación vocálica, revisado a partir de la versión en esta lengua de Jacob ben Hayyim, y se convirtió en base para posteriores versiones de la Biblia.

 La Biblia Regia consta de ocho volúmenes y el trabajo hasta su publicación definitiva se prolongó durante cinco años. Se imprimieron 1213 ejemplares y fue impresa por el maestro Cristóbal Plantino. Se la denominó Biblia Regia porque su patrocinador fue el rey Felipe II. La edición de la Biblia Políglota hecha por Cisneros se había agotado enteramente y los muchos sabios que en el siglo XVI se dedicaban al estudio de la Sagrada Escritura en sus primitivos idiomas, no lograban un ejemplar ni a peso de oro. No se sabe qué motivo tuvieron Felipe II y Arias Montano para acometer la reimpresión mencionada en Amberes y no en Alcalá: en este punto, seguían la estela de los Brocar, quienes habían asumido la edición Complutense y conservaban los tipos fundidos a expensas de Cisneros. Esto fue muy perjudicial para la tipografía española, pues desde entonces empezaron a decaer las ediciones de lenguas orientales en España.




 El contenido de sus ocho volúmenes de la Biblia Regia es el siguiente:

 - Volúmenes I al IV, Antiguo Testamento (proto y deuterocanónico), que incluye: el texto hebreo, el texto en latín de la Vulgata, el texto griego de la Septuaginta, con traducción latín, y el texto arameo de Targum de casi todos los libros del Antiguo Testamento, con tradución latina. La página de la izquierda tiene dos columnas con el hebreo original y la traducción al latín, la página de la derecha tiene el mismo texto en griego, con su propia traducción al latín. Por debajo de estas columnas hay un arameo versión en la página de la izquierda y una traducción al latín de esta en el lado derecho.

 - Volumen V, Nuevo Testamento: texto en griego; texto en latín de la Vulgata; versión siriaca de la Péshitta en caracteres siriacos y en caracteres hebreos vocalizados, con traducción al latín de Guy Le Févre de la Boderie. Los tres últimos volúmenes son los denominados por Arias Montano Apparatus. Su contenido es el siguiente:

 - Volumen VI: Nuevo Testamento griego con traducción interlineal latina de la Vulgata; cuando ésta no coincide literalmente con el texto griego, va colocada al margen y sustituida en la línea por otra traducción literal de Arias Montano, impresa en tipos diferentes; sigue un estudio sobre los idiotismos de la lengua hebrea, de Arias Montano; y comenzando por el final del volumen, viene el texto de la Biblia Hebrea con traducción latina interlineal de Santes Pagnino.

 - Volumen VII: diccionario y gramática griegos (según Menéndez y Pelayo, obra de Arias Montano); vocabulario siriaco, de Andreas Masius; gramática siriaca, del mismo autor; diccionario siroarameo, de Guy Le Févre de la Boderie; Thesaurus Hebraicae Linguae, de Santes Pagnino, abreviado, con apéndice gramatical y prólogo de Raphelengius.

 - Volumen VIII: contiene dieciocho tratados filológicos y arqueológicos, cuyo autor se supone que fue, en la mayoría de los casos, el propio Arias Montano. Además puede el estudioso encontrar, repartidos por los diversos volúmenes de la Biblia Regia, prefacios de Arias Montano, prólogos de San Jerónimo, cartas, índices, grabados simbólicos y bíblicos, etc.

 La Políglota de Amberes es la primera edición de la Biblia en la que se introdujo la numeración de los versícúlos del texto hebreo. Las principales novedades, en comparación con la Complutense, fueron la inclusión de la Biblia latina de Santes Pagnino, corregida por Arias Montano, los tratados técnicos de contenido filológico-bíblico, la versión siriaca del Nuevo Testamento y el Targum arameo de Profetas y Hagiógrafos. Con Arias Montano colaboraron humanistas como Francisco Raphelengius (van Ravelingen), Nicolás y Guy Le Févre de la Boderie, Andreas Massius y los doctores de Lovaina Joannes Harlemius, Augustinus Hunnaeus, Cornelius Reyneri de Gouda. Prestaron también ayuda a Arias Montano nombres como Cornelio Kiel, Teodoro Kemps, Antonio Spitaels (correctores), y los cardales Espinosa, Granvela y Sirleto.


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